martes, 25 de mayo de 2010

Softy Murder

Entró en el piso. Las luces estaban apagadas. El brillo de las farolas penetraba por las rendijas de la persiana.
A Jack of Hearts no le importaba lo más mínimo lo que el doctor pensara sobre su caso. Había estado dándole vueltas a lo que habían hablado en la última sesion. Había estado dándole vueltas... Si el doctor se esforzaba en poner la información sobre la mesa, sólo hacía que su posición le resultase más evidente, pero no planteaba ninguna solución al caso.

Es cierto que no podía prescindir de sus servicios. No ahora que estaba completamente solo. Pero necesitaba organizar lo que él mismo creía la táctica más adecuada, algo más contundente y violento...

Si el doctor hubiese sabido lo que a Jack se le pasaba por la cabeza en aquel momento, seguramente habría sentido la necesidad de volver a internarle. Es por tu bien Jack...en unos días estarás mejor...
Se sirvió una copa de gin&fire. Así era como solía llamar a aquella mezcla de ginebra, soda y tabasco. Se dejo caer en el chester blanco. Un cigarro humeaba sobre el cenicero de cristal.
Sí. No podía confiar en el doctor. Tenía que jugar lo más rápido posible, al margen de su control, haciéndole pensar que todo iba según lo planeado. Y mientras se hacía cada vez más de noche, Jack iba reuniendo una a una las piezas del acertijo, conectándolas en una red que no daba lugar a la imprevisión:
-Sí...eso es...ya te tengo...

Tomó un sorbo de ginebra
-...ésta es mi guerra...Ahora ésta es mi guerra, doctor...

La mañana amenazaba las calles. Las farolas se apagaron de repente.
Había pasado la noche poniendo a prueba la solidez de la trama hilo por hilo, paseando de un lado a otro de la habitación, agitando las manos, reparando los puntos débiles...
Con un chasquido, dio la última calada al cigarro; sostuvo un momento la copa titilante.
Acababa de sumergirse en su nueva ocupación: destruir a Softy Murder.

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