domingo, 11 de enero de 2009

Disolvente

Lo hizo. No se pudo decir que fuese el amor, pero tampoco que la follase. Al menos aquella vez no le acusó como siempre de falta de identidad, de debilidad de carácter. Todo el mundo, follado o no, lo hacía constantemente.
Desde hacía 5 días había notado algo diferente. Él lo sabia. Y tenía gracia..."algo diferente"...

que justo aquello que era verdad, fuese "lo diferente"

y aquello que todo el mundo podía ver...

aquello que todo el mundo podía ver era mentira.

Ella había preguntado por qué siempre estaba tan callado cuando... bueno, últimamente...sí,cuando lo hacían.
Ella había preguntado quien le había roto el corazón.

Y las preguntas se marcharon con un poco de disolvente en la bañera. Algunas manchas en el esmalte del baño señalaban la escena del crimen para siempre...nadie sospecharía de un cadáver de cementerio preparado para las clases de anatomía. Y en cualquier caso, la policía no iba a buscar nada en casa de un extraño. Sus encuentros, tan erráticos como las preguntas, o como el sonido del desague de la bañera, no podían haber dejado ninguna pista.