viernes, 8 de mayo de 2009

08/05/15

No hay trozo de literatura que pueda regalarte, porque sería servir nuestro cariño precocinado,
grabar sobre la piedra fría algo que los hombres del futuro contemplarían con ojos frívolos.
Ser fuego, y luego cenizas, es lo que quiero, y repetir ese último abrazo, o mejor el penúltimo. Y quizá algún día, aunque te ponga triste oírme decir algo tan materialista, dos de nuestras astillas se encuentren y vibren y vuelvan a formar de nuevo parte de algo bello y unido.

1 comentario:

adictaacruzarenrojo dijo...

Para cuando desde arriba?
Desde un escenario, digo...